Si algo que provoca más cabreo y rechazo entre artistas y público es el plagio, en segundo lugar pondría el fantasmeo y la mentira. El resto de pecados menores suelen ser perdonables, ya que se achacan al rollo del artisteo para llamar la atención y se asume como algo casi normal.
Que más de uno rebasa los límites del homenaje y se excede con la inspiración para terminar robando ideas es algo evidente y también que toda obra que conocemos tiene su origen, en mayor o menor medida, en otra. No se puede huir de los estímulos e influencias.
A veces, un principiante con prisas, sin recursos y sin fondo de maldad, soluciona un encargo inspirándose demasiado en trabajo ajeno con el convencimiento de que jamás será descubierto. Suelen ser pagiadores ocasionales, pero de los que se habla aquí es de los otros.
Estaba en internet, viñeta de enero de 2011
Esos otros son los plagiadores crónicos. Ese tipo de autores suelen ser mediocres sin respeto por nada, gente que suple sus carencias con el trabajo de otros y con muy pocas intenciones de dejar de hacerlo, muchos creen que lo suyo es un estilo artístico que “mejora” cualquier cosa guapa que encuentran en internet cambiando dos cositas.
De entre todos los casos de autores señalados por plagio hay uno que parece ser eterno, el del dibujante argentino Cristian Gustavo Dzwonik, más conocido como “Nik”, que va a tener muy complicado despojarse de su historial.
La lista de acusaciones de plagio es tan larga que resulta complicado establecer la fecha en la que empezaron a propagarse. Por fijar una, partiré del 21 de enero de 2006, cuando se publicó esta viñeta en el diario La Nación.
Muchos encontraron un parecido más que razonable con esta tira de Quino publicada en 1972 en el libro “Mafalda 8” de Ediciones la Flor. (Al tratarse de un libro recopilatorio creo que fue dibujada 1969).
Sin embargo, las acusaciones de plagio venían de antes, ya en febrero de 2004, en una entrevista a Página 12. (Copia), Quino acusó a Nik de haber plagiado a Rudy y Daniel Paz, poniendo también en evidencia el mal rollo que había entre muchos autores argentinos con el creador de Gaturro.
“Soy muy amigo de Miguel Rep, que me parece uno de los dibujantes más talentosos de la última generación. Pero diría que en general me llevo bien con todos, menos con Nik, que publica en La Nación y empezó robando muchísimo a Rudy, a Daniel Paz, de Página/12. Nik vino a crear un malestar por primera vez entre los dibujantes argentinos. Nadie lo soporta. Al punto que si hay una mesa redonda, todos participan con la condición de que él no esté”.
No hay que olvidar que Mafalda se ha convertido en uno de los personajes más manoseado en internet.
Desde entonces, Nik se ha convertido en un nombre inevitable cuando de plagio se habla. Ya de entrada, su personaje más popular, Gaturro, ha sido siempre considerado un “bootleg” de Garfield, es decir, una edición no autorizada y una mala copia del famoso gato de Jim Davis.
En un artículo firmado por Cicco de 2007 en Hipercrítico y titulado ¿Por qué nadie quiere a Nik? se relatan, entre otras cosas, los choques de Nik con el dibujante Miguel Repiso “Rep“.
En el gobierno de Duhalde, Nik comparó en un chiste a Graciela Camaño con el Planeta de los Simios, y Rep escribió un artículo en Página 12 acusándolo de xenófobo, entre toda una gama de términos marchitamente floridos. Por otra declaración donde lo llamaba también ladrón, Rep sufrió una demanda judicial y tuvo que llegar a un acuerdo en la justicia para que el caso no se le viniera en contra. Lo único que le exigió Rep a su abogado fue no cruzarse con Nik ni siquiera en el baño de Tribunales. “Antes”, dice Rep, “estaba obsesionado con el tema. Ahora ya se me pasó. Será porque no lo leo. Lo que hace es basura y punto”.
Demasiados casos
Los parecidos razonables se han ido acumulando hasta convertirse en lo que han llamado el “libro negro”, un PDF que recopila más de 30 ejemplos de supuestos plagios y algunos usos de imágenes sin acreditar autor.
De justicia es decir que no todos me parecen tan evidentes, aunque sí muchos de ellos. Si aún te queda paciencia y sigues leyendo este tocho, más abajo escribo sobre las coincidencias y las “obviñetas“.
Con relación al uso de imágenes a las que se había eliminado la firma, incluso a algunas se les había manipulado el color, y que Nik publicó en sus redes sociales, se habla de plagio de forma errónea.
Para que exista plagio, el plagiador debe atribuirse la autoría. Se trata, eso sí, de un uso mierder por el ninguneo al autor, y es aún más bajuno si el que hace es otro dibujante, pero no es plagio ya que no las firmaba como propias. Y siempre puede usar la excusa fácil de que las encontró ya manipuladas, aunque hablando de Nik resulta un ejercicio bastante difícil, ya que no es la primera vez que copia chistes y frases y los firma como propios.
Tres ejemplos recientes de viñetas despojadas de la firma (1) (2) (3)
El 12 de agosto de 2017, el dibujante Guido La Rosa descubrió otra de las muchas “coincidencias” y así lo contó (captura) en su Facebook:
“A todo dibujante le llega el día en el que Nik le copia un chiste”
Repudio de autores
Nik ha recibido varias manifestaciones públicas de repudio, la última fue tras ser invitado a la FAS 2018 (Festival de Autores de Santiago) en Chile.
Desde la comunidad de ilustradores, dibujantes y autores chilenos consideraron la invitación una falta de respeto hacia el trabajo del colectivo considerando que iba contra el espíritu de la feria, que pretendía que los autores fueran los protagonistas y por ello redactaron una carta con este texto:
“Los y las dibujantes, historietistas, escritores y lectores que firmamos el presente comunicado repudiamos la invitación del dibujante Cristian Dzwonik “Nik” al Festival de Autores de Santiago (FAS) a realizarse en el Centro Cultural Gabriela Mistral en noviembre de 2018. Esto se debe a su contumaz e incesante historial de plagios a colegas que degrada e infringe la ética del oficio, por lo que creemos que con estas invitaciones y reconocimientos en festivales donde se celebra a los autores, no se hace más que reforzar la impunidad de su mala práctica“.
Los firmantes de este comunicado llegaron a reunir al menos 143 firmas en un documento de Google. (Captura del 11 de noviembre de 2018).
En 2016, la FIL Lima, Feria Internacional del Libro de Lima (Perú), suspendió la visita de Nik después de una avalancha de críticas en las redes sociales, aunque desde la CPL (Cámara Peruana del Libro) lo achacaron a “un tema interno“.
Explicaciones de Nik
En más de una entrevista se le ha preguntado por las acusaciones de plagio y siempre ha salido por la tangente tirando de argumentos varios, algunos razonables pero siempre presentados a medias y con un tufillo a “me critican porque tengo fama”.
En 2013, en una entrevista a Los Eternautas dijo que “Quino nunca hizo ninguna denuncia“, quizá queriendo colar un razonamiento simplista que relaciona la ausencia de denuncias por la vía legal con la no existencia del plagio.
En definitiva, Nik mantiene que si tienes 50 mil chistes publicados (en otra entrevista en 2015 engorda esta cifra a 60 y 70 mil) es normal que haya dos, tres o cuatro parecidos a otros (y adelgazando esta otra) para terminar diciendo
¿Para qué voy a hacer dos, o tres, o cuatro, o cinco parecidas a algo cuando es exitoso? Es una teoría ridícula y es más bien lo contrario, si yo hubiera sabido que algo así existía, no lo hubiera hecho.
Las explicaciones de Nik nunca consiguieron apaciguar las críticas, Gaturro quizá guste a los niños, pero es repudiado por los adultos y algunos no dudan en calificar su personaje de “anticómico” y a Nik de “maldita rata gráfica“.
Creo que a Nik estos asuntos no le suponen problemas profesionales ya que no parece que le vaya mal, aún así, no quisiera verme en su lugar. No deja de ser un caso excepcional, son muchos más los dibujantes que respetan al trabajo ajeno, y el propio.
Obviñetas
Permítanme que haga gala de mi poca humildad informándoles que acuñé el palabro hace años ante la necesidad de llamar de alguna forma a este tipo de viñetas.
Obviñeta: dícese de la viñeta obvia basada en el chiste más fácil y trillado, que se repetirá sin remedio.
Haciendo este tipo de chistes se compran todos los boletos para obtener una idea que seguro tuvieron muchos otros el mismo día, ayer, hace meses o años. La obviñeta mata el comodín de la casualidad y multiplica la posibilidad de la coindidencia.
Cuando se hace una obviñeta ya no importa quién la hizo primero, eso pasa a ser irrelevante porque la harán muchas personas más, algunas incluso creyendo que han inventado la pólvora. Esto no tiene nada de malo, hasta es divertido verlas juntas para comparar estilos y pequeñas variantes, pero a los profesionales de la cosa se les presupone unos superpoderes chistológicos especiales.
Si bien no se puede controlar todo lo que se publica, sí se puede ir echando un ojo de vez en cuando a los autores que trabajan en el tajo de lo diario. Aún así, he caído en obviñetas más de una vez, a todos nos ha pasado y nos pasará. Espero que no tanto como a Nik
Para no extender más este ladrillazo listaré algunos ejemplos de obviñetas:
-El mismo desatascador.
-Una idea para fin de año muy explotada
-Un montón de coronas parecidas
-Tres brutos coincidentes
-Misma muerte, misma idea
-Un parecido razonable ¡A cuatro!
-Dos al cuello
-Un par de búhos igual de golfos
-Y aquí unas cuantas más
La entrada Nik y el plagio eterno se publicó en JRMora, humor gráfico.
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